
Apple ha revelado un ambicioso plan para invertir más de 500.000 millones de dólares en Estados Unidos durante los próximos cuatro años, en respuesta a las tensiones comerciales y las amenazas de aranceles impuestas por el gobierno de Donald Trump. La inversión incluye la creación de 20.000 nuevos empleos, la construcción de una nueva fábrica de servidores en Texas y la expansión de su Fondo de Manufactura Avanzada, según anunció el CEO Tim Cook.
Este movimiento se produce después de una reunión entre Cook y Trump, en un contexto donde los aranceles del 10 % sobre productos importados de China y la amenaza de un arancel del 25 % sobre chips han aumentado la presión sobre la compañía. La inversión no solo busca mitigar el impacto de estas medidas, sino también fortalecer la presencia de Apple en suelo estadounidense.
Detalles de la inversión
Uno de los proyectos más destacados es la construcción de una nueva fábrica en Houston, Texas, que estará operativa el próximo año y se enfocará en la producción de servidores para impulsar Apple Intelligence, el conjunto de herramientas de inteligencia artificial de la compañía. Según Apple, esta fábrica generará «miles de empleos» y reforzará su capacidad tecnológica.
Además, Apple duplicará su Fondo de Manufactura Avanzada, pasando de 5.000 a 10.000 millones de dólares. Este fondo, creado en 2017, tiene como objetivo fomentar la innovación y los empleos de fabricación altamente calificados en EE.UU. Parte de este dinero se destinará a la compra de chips producidos en una planta de TSMC en Arizona, lo que refuerza la cadena de suministro local.
La compañía también planea abrir una Academia de Manufactura en Detroit, donde expertos de Apple ofrecerán consultoría a empresas locales sobre inteligencia artificial y técnicas de fabricación avanzada, junto con clases gratuitas para trabajadores. Este proyecto busca impulsar la competitividad de la industria manufacturera estadounidense.
Contexto y antecedentes
Este anuncio refleja una estrategia similar a la que Apple implementó en 2018, cuando prometió invertir 350.000 millones de dólares y crear 20.000 empleos durante la primera administración de Trump. En esa ocasión, la compañía logró exenciones arancelarias para algunos de sus productos, lo que sugiere que esta nueva inversión podría ser un intento de asegurar protecciones similares.
Aunque Apple no ha aclarado cuánto de esta inversión ya estaba planeada antes de las tensiones comerciales, el compromiso de 500.000 millones de dólares supera con creces su promesa de 2021 de invertir 430.000 millones en cinco años, que incluía un campus en Carolina del Norte, proyecto que ha enfrentado retrasos.
Declaraciones y visión de futuro
Tim Cook destacó el optimismo de Apple sobre el futuro de la innovación en EE.UU. y reiteró el compromiso de la compañía con el desarrollo económico del país. «Estamos orgullosos de aprovechar nuestras inversiones de larga data con este compromiso de 500.000 millones de dólares para el futuro de nuestro país», afirmó Cook.
Con esta inversión, Apple no solo busca proteger sus operaciones de los aranceles, sino también consolidarse como un actor clave en la revitalización de la manufactura y la tecnología estadounidenses. Sin embargo, queda por ver cómo se materializarán estos planes y qué impacto tendrán en la economía y la industria tecnológica del país.