
El gobierno del Reino Unido ha ordenado a Apple crear una puerta trasera que permita a los servicios de seguridad acceder a las copias de seguridad encriptadas de iCloud de los usuarios. Esto otorgaría a las autoridades británicas acceso a las copias de seguridad de usuarios globales, sin notificarles de la infracción.
La orden se basa en la Ley de Poderes de Investigación del Reino Unido de 2016, conocida como la Carta de los Fisgones, que exige acceso a los archivos encriptados de todos los usuarios, no solo a cuentas específicas. Aunque las copias de seguridad de iCloud no están encriptadas por defecto, Apple introdujo en 2022 una opción de Protección de Datos Avanzada, que proporciona encriptación de extremo a extremo, evitando que incluso Apple acceda a los archivos. Como respuesta, Apple podría suspender este servicio en el Reino Unido, pero no cumpliría con las demandas del gobierno británico de acceder a las copias de seguridad globales.
Apple tiene derecho a apelar la orden, pero no podrá retrasar su implementación. Se ha emitido un «aviso de capacidad técnica», y revelar la exigencia sería un delito penal. Si Apple cede, no podrá advertir a los usuarios sobre la vulneración de su cifrado.
Apple ha criticado la medida, argumentando que ningún gobierno debe comprometer el cifrado para los ciudadanos globales. El Reino Unido ha sido históricamente opuesto al cifrado de extremo a extremo, argumentando que dificulta la lucha contra el crimen grave.
Si Apple cumple con la exigencia, otros países, como Estados Unidos y China, podrían exigir lo mismo, lo que podría cambiar significativamente la gestión del cifrado en la industria tecnológica. Empresas como Google y Meta, que también ofrecen copias de seguridad cifradas, se han resistido a implementar puertas traseras.