
Canon ha generado controversia al cobrar una suscripción para funciones avanzadas de su software EOS Webcam Utility Pro. Aunque cámaras de alta gama como la PowerShot G5 X Mark II cuestan $900, los usuarios deben pagar $5 al mes o $50 al año para acceder a mejor resolución (720p a 60 fps) y opciones avanzadas de configuración. Sin suscripción, están limitados a 720p a 30 fps con mínimos ajustes.
El fotógrafo Roman Zipp criticó que estas funciones no estén incluidas en el precio de la cámara, considerando los $3,000 millones de ganancias anuales de Canon. Además, opciones gratuitas como Magic Lantern ofrecen alternativas sin costo.
La polémica radica en si el costo adicional está justificado, dado el precio elevado de las cámaras. Mientras algunos defienden que el desarrollo de software tiene costos, otros ven la suscripción como una estrategia para monetizar algo que debería incluirse.
La decisión de Canon podría dañar su relación con los consumidores, mostrando la tensión entre expectativas y estrategias empresariales.