Microsoft ha actualizado su documento de soporte sobre el programa de Actualizaciones de Seguridad Extendidas (ESU) para Windows 10, confirmando los costos para quienes quieran seguir recibiendo parches después del fin del soporte gratuito en octubre de 2025. Las empresas que aún dependan de este sistema operativo tendrán que pagar $61 por dispositivo el primer año, con un costo que se duplicará anualmente hasta por tres años. Además, el pago es acumulativo, lo que significa que si se inscriben más tarde, deberán pagar los años anteriores.
Sin embargo, algunas organizaciones podrán evitar estos costos. Si un dispositivo con Windows 10 se conecta a una PC con Windows 365 Cloud o ejecuta Windows 365 o Azure Virtual Desktop, podrá acceder a ESU sin costo, siempre que cuente con una suscripción activa.
A pesar del crecimiento de Windows 11, Windows 10 sigue siendo el sistema operativo más utilizado en escritorio, lo que significa que muchas empresas aún tienen equipos que dependen de él. Esto obliga a incluir el programa ESU en su planificación, ya sea como una inversión necesaria o un incentivo para migrar a Windows 11.
La decisión de Microsoft de cobrar por estas actualizaciones puede verse como una estrategia para forzar la adopción de Windows 11 o como una concesión para quienes no pueden actualizar de inmediato. De cualquier forma, quienes deseen mantener sus dispositivos seguros tendrán que asumir los costos o buscar alternativas.
