
Microsoft ha actualizado su lista de compatibilidad de procesadores para Windows 11 versión 24H2, y los cambios han generado sorpresa y controversia. Aunque la lista ahora incluye soporte oficial para los nuevos chips Intel Lunar Lake y Arrow Lake Core Ultra 200, los procesadores Intel de octava, novena y décima generación han sido eliminados de la lista de compatibilidad para nuevos sistemas OEM. Esta decisión afecta a CPUs lanzadas tan recientemente como 2020, como la serie Comet Lake de décima generación, incluyendo el potente Core i9-10900K.
La exclusión de estos procesadores parece estar relacionada con el cambio de Intel a un modelo de compatibilidad heredado para las iGPU de séptima a décima generación en diciembre. Sin embargo, resulta llamativo que chips de gama alta como el i9-10900K, con 10 núcleos y 20 hilos, sean descartados mientras que procesadores menos potentes, como el Celeron 6305 de Tiger Lake (también lanzado en 2020), sigan siendo compatibles.
Aunque los usuarios con sistemas que incluyen estos procesadores aún pueden instalar Windows 11 24H2, la falta de soporte oficial para nuevos sistemas OEM plantea dudas sobre futuras actualizaciones y la posible aparición de barreras de compatibilidad. Esto es especialmente relevante para aquellos que utilizan GPUs discretas modernas, ya que la decisión de Microsoft parece centrarse en las iGPU integradas.
Por otro lado, AMD ha visto una expansión en la lista de compatibilidad, con los nuevos procesadores Ryzen 8000 añadidos oficialmente. Sin embargo, se han detectado errores en la lista, como nombres incorrectos (por ejemplo, el Ryzen 7 Pro 8945HS debería ser Ryzen 9 Pro 8945HS) y la omisión de algunas variantes no Pro.
En resumen, mientras Microsoft avanza en la compatibilidad con hardware más reciente, la eliminación de soporte para procesadores Intel relativamente modernos ha generado críticas y preguntas sobre los criterios utilizados para estas decisiones.