
Durante la celebración por los 50 años de Microsoft, una segunda protesta interrumpió el evento cuando Vaniya Agrawal, ingeniera de software, se levantó en medio del escenario donde estaban Satya Nadella, Steve Ballmer y Bill Gates y gritó:
“¡50.000 palestinos han sido asesinados con tecnología de Microsoft! ¡Cómo se atreven a celebrar sobre su sangre!”
Agrawal forma parte del movimiento “No Azure for Apartheid”, que busca que Microsoft corte lazos con el gobierno israelí. La manifestación fue parte de una protesta más amplia, con manifestantes dentro y fuera del recinto.
Poco después del incidente, Agrawal envió un correo a todos los empleados anunciando su renuncia efectiva el 11 de abril. En su mensaje, explicó que no puede seguir trabajando para una empresa que, según afirma, colabora con el ejército israelí a través de contratos tecnológicos como el uso de Azure y herramientas de inteligencia artificial.
¿Qué denunció Agrawal?
- Acusa a Microsoft de participar en el complejo militar-industrial, al proveer tecnología utilizada en la vigilancia y ataques en Gaza.
- Cita un contrato de 133 millones de dólares con el Ministerio de Defensa israelí, filtraciones sobre uso de AI en objetivos militares y la designación de Microsoft como objetivo de boicot por parte del movimiento BDS.
- Afirma que todos los empleados, directa o indirectamente, son cómplices si no se cuestiona esta relación.
Llamado a la acción
Agrawal pidió a sus colegas:
- Usar su posición para exigir rendición de cuentas a Microsoft.
- Firmar una petición para romper vínculos con Israel.
- Defender los derechos humanos incluso desde dentro de la empresa.
Reflexión final
Este caso expone tensiones internas en grandes empresas tecnológicas sobre el uso ético de sus productos y su relación con conflictos globales. El evento, centrado originalmente en mostrar avances en IA, terminó marcado por un fuerte reclamo ético desde dentro de la misma compañía.