Trump planea aranceles de hasta el 100% para chips taiwaneses, afectando a TSMC

El presidente de EE. UU., Donald Trump, ha anunciado su intención de imponer aranceles del 25% al 100% a los chips fabricados en Taiwán, con el objetivo de incentivar a las empresas tecnológicas a trasladar su producción a suelo estadounidense. Esta medida afectaría directamente a TSMC, el mayor fabricante de semiconductores del mundo y proveedor […]
PUBLICADO 01/29/2025

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El presidente de EE. UU., Donald Trump, ha anunciado su intención de imponer aranceles del 25% al 100% a los chips fabricados en Taiwán, con el objetivo de incentivar a las empresas tecnológicas a trasladar su producción a suelo estadounidense. Esta medida afectaría directamente a TSMC, el mayor fabricante de semiconductores del mundo y proveedor clave de Apple, Nvidia, AMD y Qualcomm.

Impacto inmediato y desafíos a largo plazo

Si bien la medida busca reducir la dependencia de EE. UU. de la manufactura extranjera, la construcción de fábricas de semiconductores lleva años y requiere inversiones de decenas de miles de millones de dólares. Aunque TSMC ya está construyendo dos plantas en EE. UU., cualquier producción avanzada (como chips de menos de 2 nm) tardaría en entrar en funcionamiento hasta 2028 o 2029.

Mientras tanto, los aranceles encarecerían inmediatamente productos como PC, servidores y teléfonos inteligentes en EE. UU., lo que podría afectar la economía y el bolsillo de los consumidores. Para mitigar el impacto, la administración podría introducir exenciones similares a las que aplicó en el pasado a productos fabricados en China.

¿Un cambio en la industria?

Trump ha criticado las subvenciones gubernamentales como la Ley CHIPS, argumentando que las empresas deben invertir con sus propios recursos en fábricas en EE. UU. Si bien los aranceles podrían obligar a gigantes tecnológicos como Apple y Nvidia a aumentar su manufactura local, los chips fabricados en EE. UU. son más costosos, lo que podría impactar su competitividad global.

Esta política marca un giro radical en la estrategia comercial de EE. UU. para la industria tecnológica. Sin embargo, aún queda por ver si estos aranceles realmente lograrán fortalecer la manufactura nacional o si generarán mayores costos y tensiones comerciales.

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